lunes, 7 de octubre de 2013

Primer viaje

Al ver los relojes de esta fotografía:

no he podido dejar de acordarme del primer viaje en busca de Tartini. Fue en agosto de 2006. Rescato los dos primeros apuntes:




Tren Milano- Padova: 1 de agosto de 2006

La ciudad que espera no es la del abrazo, sino la del descubrimiento. De las calles padovanas vino la idea de la novela sobre Tartini. Ahora esta idea me devuelve a Padova.

Mismo día. Padova.

Increíble casualidad –sincronicidad-; mi hotel está puerta con puerta con la iglesia donde está enterrado Tartini;  y enfrente la casa en que vivió. Soy vecino de Giuseppe Tartini,  porque voy a escribir una novela donde él será el protagonista.

Por eso he llegado a la habitación –una buhardilla con ventanas al cielo-. He puesto en mi discman la Sonata del diablo. El cielo se ha ido encapotando más allá del cristal.  Han caído las primeras notas, ha roto a llover, nos acompañan los truenos y, de cuando en cuando -junto al violín, la viola y el basso contino- la luz de un relámpago.

Siete años después, en Madrid, hablé de aquel primer día, cuando todavía viajaba con discman y cedés:



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